Cada año, millones de pasajeros y de toneladas de carga se transportan por vía aérea. Ahora,la industria busca mejorar el impacto ambiental y social de esta actividad vital, con medidas que incluyen la reducción de las emisiones de CO2 de aeronaves y helicópteros a través de combustibles alternativos y tecnologías disruptivas; mejorar la huella ambiental de las aeronaves a lo largo de todo el ciclo de vida, desde el diseño hasta el reciclaje; y mejoras operativas, como la optimización de las trayectorias de vuelo para hacerlos energéticamente más eficientes. En un mercado aeronáutico de rápido crecimiento como el de América Latina, estamos trabajando en estrecha colaboración con aerolíneas, gobiernos, universidades y partes interesadas de la industria para avanzar hacia las metas de descarbonización en la región, al mismo tiempo que ofrecemos una cartera de productos eficientes. Se espera que a 2042, las aerolíneas latinoamericanas sumen 2.390 nuevas aeronaves, las que requerirán una flota más moderna, eficiente y de bajas emisiones, con aviones como el A320neo y el A350, que ofrecen una ventaja en consumo de combustible y las emisiones de CO2 del 20% y el 25% por ciento, respectivamente. Chile ya está a la vanguardia: en 2016 Latam Airlines se convirtió en el primer operador de A320neo en las Américas; en 2017, JetSMART firmó la compra de 70 aviones A320neo y este año SKY logró tener una flota 100% neo. También aporta el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), que provienen de la biomasa y diversos desechos y que pueden reducir las emisiones de CO2 del ciclo de vida hasta en un 80% en comparación con el combustible convencional. Airbus se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en nuestras operaciones internas de aviones comerciales y helicópteros y ofrecemos hasta un 5 % de SAF puro de forma gratuita a los clientes que salen de sus centros de entrega, como el A320neo, entregado a en junio a LATAM Airlines y que voló con 30% de SAF. Otra contribución será el estudio Opciones para descarbonizar la aviación en América Latina de manera sostenible: una evaluación de las políticas de carbono, los precios del carbono y el consumo de combustible en la aviación hasta 2050, del Programa Conjunto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sobre Ciencia y Política del Cambio Global, financiado por Airbus y LATAM Airlines Group. Éste proporcionará un análisis exhaustivo de los escenarios para el despliegue de SAF hasta el año 2050, y explorará vías relacionadas con el hidrógeno bajo en carbono y la captura directa de aire. En Chile, el Ministerio de Transportes lidera el programa público privado Vuelo Limpio, que busca soluciones para la descarbonización de la industria y que articuló la mesa SAF, donde junto a la academia y otras empresas, Airbus está aportando su expertise. También apoyamos el esfuerzo Nuevo Pudahuel y empresas energéticas sobre el posible desarrollo del Aeropuerto de Santiago, como hub de hidrógeno. Las iniciativas en América Latina están tomando vuelo a medida que se progresa en nuevas tecnologías, diseño avanzado de aeronaves y el aumento de combustibles con bajas emisiones de carbono para ayudar a crear un mundo más seguro y conectado.
Estamos en plena pre-temporada navideña, un momento donde una parte de la población en Chile comienza a preparar su celebración para Nochebuena, instancia llena de encuentros y reflexión, conmemorando así el nacimiento de Jesucristo junto a un pesebre, popularizado en la Edad Media por San Francisco de Asís. En medio de esta festividad, está la tradición de intercambiar regalos. ¿Por qué no considerar algo diferente este año? Sobre todo pensando en el escenario actual de la crisis climática, social y ambiental que se vive a nivel global. ¿Qué tal si realizamos un cambio de paradigma en nuestro consumo y transformamos estas fechas en una oportunidad para regalar vida en sus diversas formas? Esta propuesta, justificada desde la diversidad biológica, incluye especies vivas que suministran el sistema de soporte vital de la Tierra; agrupando hongos, microorganismos, plantas, animales, insectos y peces que componen los ecosistemas que nos proporcionan comida, agua limpia, aire y energía. Sin embargo, y lamentablemente, sus patrones son ahora también resultado de la influencia creciente de la actividad de las personas, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica. Nuestro aumento de población, los modelos de consumo y la transformación de los hábitats naturales está desembocando en una crisis de extinción a la que los científicos llaman la “Sexta gran extinción. Datos vinculados al consumo en esta celebración son preocupantes. En Estados Unidos se estima que el desperdicio de papel de regalo durante la temporada navideña supera las 4 millones de toneladas métricas (Sierra Club). En Reino Unido, se ha informado que se desperdician alrededor de 7 millones de toneladas de alimentos durante la temporada navideña (Waste and Resources Action Programme). Y en nuestro caso, se estima que en Chile durante diciembre cada persona eleva aproximadamente de uno a dos kilos diarios su producción de basura, generando hasta de 60 kilos de desechos por persona. Y ello se vincula con las celebraciones de fin de año debido al aumento de envoltorios, botellas, restos de comida, etc. Dada las pérdidas registradas a la fecha, se vuelve imperativo abrazar prácticas sustentables y responsables, y esta fiesta de orígen religioso, con su anhelo de paz, es una oportunidad para que este año, hagamos que nuestros regalos no sólo sean símbolos de afecto, sino también una motivación para ser agentes de cambio positivo alrededor de nuestras comunidades. En este espíritu, la propuesta es regalar VIDA. Esto puede tomar diversas formas, desde adoptar árboles, suculentas, una rica cena realizada con semillas y productos nativos, bajadas en kayak para reconocer el tremendo valor de las cuencas hidrográficas y sus diversos afluentes, momentos culturales y espirituales de reflexión para contribuir a la regeneración socioecológica. Desde envolver regalos con papel reciclado o reutilizar bolsas, traspasar objetos personales con historia o buscar creaciones realizadas provenientes de materias primas de la naturaleza, biodegradables y que no signifique que se transformarán en basura perpetua. De esta manera, no solo estaremos regalando vida, sino que también estaremos invirtiendo en la salud a largo plazo de nuestro planeta y, por ende, en la nuestra. Un aspecto fundamental de esto, es también apoyar a los emprendedores comprometidos con la economía circular, que están redefiniendo la forma en que producimos, consumimos y desechamos. En lugar de seguir un modelo lineal de tomar, hacer y desechar, la economía circular busca minimizar el desperdicio y aprovechar al máximo los recursos existentes. Estos emprendedores no sólo están ofreciendo productos, sino también una visión para un futuro más sostenible y responsable. Al elegir apoyarlos, estamos contribuyendo directamente a la construcción de una economía más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Además, al regalar vida y respaldar este tipo de emprendimientos, estamos fomentando una conversación esencial sobre la importancia de nuestras elecciones cotidianas, tanto actuales como futuras para las próximas generaciones. Cada regalo que hacemos puede ser una declaración de nuestros valores, elegir y/o crear regalos que respalden la vida y el medio ambiente puede inspirar a otros a hacer lo mismo. En esta temporada, invitemos a la reflexión sobre el impacto de nuestras acciones y regalemos algo que perdure más allá de la festividad: REGALEMOS VIDA. En cada regalo, encontramos una oportunidad para sembrar la semilla de un cambio positivo y duradero.
Cada año, millones de pasajeros y de toneladas de carga se transportan por vía aérea. Ahora,la industria busca mejorar el impacto ambiental y social de esta actividad vital, con medidas que incluyen la reducción de las emisiones de CO2 de aeronaves y helicópteros a través de combustibles alternativos y tecnologías disruptivas; mejorar la huella ambiental de las aeronaves a lo largo de todo el ciclo de vida, desde el diseño hasta el reciclaje; y mejoras operativas, como la optimización de las trayectorias de vuelo para hacerlos energéticamente más eficientes. En un mercado aeronáutico de rápido crecimiento como el de América Latina, estamos trabajando en estrecha colaboración con aerolíneas, gobiernos, universidades y partes interesadas de la industria para avanzar hacia las metas de descarbonización en la región, al mismo tiempo que ofrecemos una cartera de productos eficientes. Se espera que a 2042, las aerolíneas latinoamericanas sumen 2.390 nuevas aeronaves, las que requerirán una flota más moderna, eficiente y de bajas emisiones, con aviones como el A320neo y el A350, que ofrecen una ventaja en consumo de combustible y las emisiones de CO2 del 20% y el 25% por ciento, respectivamente. Chile ya está a la vanguardia: en 2016 Latam Airlines se convirtió en el primer operador de A320neo en las Américas; en 2017, JetSMART firmó la compra de 70 aviones A320neo y este año SKY logró tener una flota 100% neo. También aporta el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), que provienen de la biomasa y diversos desechos y que pueden reducir las emisiones de CO2 del ciclo de vida hasta en un 80% en comparación con el combustible convencional. Airbus se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en nuestras operaciones internas de aviones comerciales y helicópteros y ofrecemos hasta un 5 % de SAF puro de forma gratuita a los clientes que salen de sus centros de entrega, como el A320neo, entregado a en junio a LATAM Airlines y que voló con 30% de SAF. Otra contribución será el estudio Opciones para descarbonizar la aviación en América Latina de manera sostenible: una evaluación de las políticas de carbono, los precios del carbono y el consumo de combustible en la aviación hasta 2050, del Programa Conjunto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sobre Ciencia y Política del Cambio Global, financiado por Airbus y LATAM Airlines Group. Éste proporcionará un análisis exhaustivo de los escenarios para el despliegue de SAF hasta el año 2050, y explorará vías relacionadas con el hidrógeno bajo en carbono y la captura directa de aire. En Chile, el Ministerio de Transportes lidera el programa público privado Vuelo Limpio, que busca soluciones para la descarbonización de la industria y que articuló la mesa SAF, donde junto a la academia y otras empresas, Airbus está aportando su expertise. También apoyamos el esfuerzo Nuevo Pudahuel y empresas energéticas sobre el posible desarrollo del Aeropuerto de Santiago, como hub de hidrógeno. Las iniciativas en América Latina están tomando vuelo a medida que se progresa en nuevas tecnologías, diseño avanzado de aeronaves y el aumento de combustibles con bajas emisiones de carbono para ayudar a crear un mundo más seguro y conectado.
Estamos en plena pre-temporada navideña, un momento donde una parte de la población en Chile comienza a preparar su celebración para Nochebuena, instancia llena de encuentros y reflexión, conmemorando así el nacimiento de Jesucristo junto a un pesebre, popularizado en la Edad Media por San Francisco de Asís. En medio de esta festividad, está la tradición de intercambiar regalos. ¿Por qué no considerar algo diferente este año? Sobre todo pensando en el escenario actual de la crisis climática, social y ambiental que se vive a nivel global. ¿Qué tal si realizamos un cambio de paradigma en nuestro consumo y transformamos estas fechas en una oportunidad para regalar vida en sus diversas formas? Esta propuesta, justificada desde la diversidad biológica, incluye especies vivas que suministran el sistema de soporte vital de la Tierra; agrupando hongos, microorganismos, plantas, animales, insectos y peces que componen los ecosistemas que nos proporcionan comida, agua limpia, aire y energía. Sin embargo, y lamentablemente, sus patrones son ahora también resultado de la influencia creciente de la actividad de las personas, según el Convenio Internacional sobre la Diversidad Biológica. Nuestro aumento de población, los modelos de consumo y la transformación de los hábitats naturales está desembocando en una crisis de extinción a la que los científicos llaman la “Sexta gran extinción. Datos vinculados al consumo en esta celebración son preocupantes. En Estados Unidos se estima que el desperdicio de papel de regalo durante la temporada navideña supera las 4 millones de toneladas métricas (Sierra Club). En Reino Unido, se ha informado que se desperdician alrededor de 7 millones de toneladas de alimentos durante la temporada navideña (Waste and Resources Action Programme). Y en nuestro caso, se estima que en Chile durante diciembre cada persona eleva aproximadamente de uno a dos kilos diarios su producción de basura, generando hasta de 60 kilos de desechos por persona. Y ello se vincula con las celebraciones de fin de año debido al aumento de envoltorios, botellas, restos de comida, etc. Dada las pérdidas registradas a la fecha, se vuelve imperativo abrazar prácticas sustentables y responsables, y esta fiesta de orígen religioso, con su anhelo de paz, es una oportunidad para que este año, hagamos que nuestros regalos no sólo sean símbolos de afecto, sino también una motivación para ser agentes de cambio positivo alrededor de nuestras comunidades. En este espíritu, la propuesta es regalar VIDA. Esto puede tomar diversas formas, desde adoptar árboles, suculentas, una rica cena realizada con semillas y productos nativos, bajadas en kayak para reconocer el tremendo valor de las cuencas hidrográficas y sus diversos afluentes, momentos culturales y espirituales de reflexión para contribuir a la regeneración socioecológica. Desde envolver regalos con papel reciclado o reutilizar bolsas, traspasar objetos personales con historia o buscar creaciones realizadas provenientes de materias primas de la naturaleza, biodegradables y que no signifique que se transformarán en basura perpetua. De esta manera, no solo estaremos regalando vida, sino que también estaremos invirtiendo en la salud a largo plazo de nuestro planeta y, por ende, en la nuestra. Un aspecto fundamental de esto, es también apoyar a los emprendedores comprometidos con la economía circular, que están redefiniendo la forma en que producimos, consumimos y desechamos. En lugar de seguir un modelo lineal de tomar, hacer y desechar, la economía circular busca minimizar el desperdicio y aprovechar al máximo los recursos existentes. Estos emprendedores no sólo están ofreciendo productos, sino también una visión para un futuro más sostenible y responsable. Al elegir apoyarlos, estamos contribuyendo directamente a la construcción de una economía más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Además, al regalar vida y respaldar este tipo de emprendimientos, estamos fomentando una conversación esencial sobre la importancia de nuestras elecciones cotidianas, tanto actuales como futuras para las próximas generaciones. Cada regalo que hacemos puede ser una declaración de nuestros valores, elegir y/o crear regalos que respalden la vida y el medio ambiente puede inspirar a otros a hacer lo mismo. En esta temporada, invitemos a la reflexión sobre el impacto de nuestras acciones y regalemos algo que perdure más allá de la festividad: REGALEMOS VIDA. En cada regalo, encontramos una oportunidad para sembrar la semilla de un cambio positivo y duradero.